domingo, 8 de julio de 2012

Una simple vida

Mi madre me contó que casi nazco en un cine, fuì llorona y algo caprichosa.    Mantengo vivos en mi mente sabores y olores de mi mas tierna infancia.  Los recuerdos de mi niñez son felices, juegos, playa, campo....... Estuve en distintos colegios y siempre de monjas, nunca me sentí  ni traumatizada ni    reprimida.  Hoy miro hacia atras, y salvo momentos muy tristes, mi vida ha transcurrido con una relativa felicidad. Asumo mis años y con ellos las arrugas que me corresponden. No pienso que tiempos pasados fueron mejores. No me gusta la soledad pero a veces necesito estar sola. Pienso que son mas importantes las personas que sus ideas. La pasión termina y queda la compañìa,el cariño y la complicidad. La juventud se lleva por dentro conozco jòvenes mucho mas viejos que yo. Nuestra generación tuvo que luchar mucho para conseguir muy poco. Me asusta el mundo y la sociedad que estamos dejando a nuestros nietos. Tener unos padres que han padecido una guerra te ayuda mas a poder comprenderlos. Creo en Dios pero no en los curas. Me siento mejor haciendo regalos que recibiendolos. Cuando los hijos se convierten en padres empiezan a comprendernos. Mientras se recuerde  y se hable de alguien ,aunque haya muerto, siempre permanecera vivo. Me gusta  cada día abrir la ventana ,inundarme de sol y sentir la alegrìa de estar viva. De los momentos mas dificiles y criticos siempre hay que sacar algo positivo. Una casa  es un edificio, un hogar lo construimos las personas que vivimos en él. Siempre creí que los mejores amigos son los de la infancia, ahora me doy cuenta que a cualquier edad puede existir una sincera amistad. Ser madre es ver como continua tu vida. Ser abuela es ser madre dos veces.

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